Como hemos visto en capítulos anteriores, Desde la creación de Inglaterra el gobierno a estado en cabeza de un Monarca con un poder Absoluto, Enrique VIII fue el máximo representante de la autocracia, siendo capaz de imponer una nueva religión a sus súbditos por puro capricho, pero la nobleza había logrado abrir una brecha en el poder totalitario con el parlamento. Este estamento comenzó a ganar cierto poder desde la carta magna y se convertiría en la piedra en el zapato de los reyes a tal punto de generar una guerra que pondría en jaque al régimen monárquico de la isla.
Por esto hoy veremos La historia de Inglaterra 8 - La revolución Inglesa.
Con la muerte de Isabel I en 1603 y al no dejar descendientes, la dinastía de los Tudor se termina y asciende la casa Estuardo en cabeza de Jacobo I que ya era rey de Escocia. Debido a llevar 36 años como rey escoces, tenía la firme creencia que Dios era el que lo había puesto en ese lugar y no creía que el parlamento debía entrometerse en las disposiciones suyas. Aunque el parlamento inglés no tenía injerencia en las políticas del Rey, si debían ser consultados cuando el rey quisiera subir los impuestos, un hecho que podía ser utilizado para balancear el poder cuando el monarca estaba necesitado de recursos económicos.
Jacobo entendía esta situación y a pesar de no estar de acuerdo, era inteligente y cauto y pudo mantener a raya a los parlamentarios. Pero las tensiones entre el parlamento y el rey llegaron a un punto crítico cuando el trono pasa manos del hijo de Jacobo. Carlos I quería el poder absoluto y sentía como un chantaje por parte de los nobles y su parlamento cada vez que tenía que llamarlos para conseguir más dinero con los impuestos.
Durante 11 años gobernó sin tener en cuenta el parlamento, en lo que se llamó “11 años de tiranía” pero en medio de una guerra con Escoceses que se encontraba renuentes a unir la Iglesia escocesa a la Anglicana, tuvo que reunir al parlamento de nuevo para solicitar más impuestos, los parlamentarios querían negociar con el rey dando los recursos que necesitaba a cambio de ganar privilegios políticos, esto no fue bien visto por el monarca y rápidamente se crearon dos bandos, los que defendían al rey y los que se declararon en oposición. Empezando la Primera Guerra Civil inglesa.
En esta Primera Guerra que se extendió entre 1642 a 1646, se impuso el bando del poder legislativo frente al poder real, lograron capturar al rey que bajo la presión de los parlamentarios, promulgó varias leyes anti absolutistas, un ejemplo fue acabar con la Cámara Estrellada la cual estaba destinada a judicializar los casos de calumnia y traición y se había convertido en un sitio emblemático de la represión del rey. Aquí toma gran relevancia un político que dejaría marca en la historia de Inglaterra, Oliverio Cromwell quien reunió un destacamento de caballería el cual fue clave en la victoria del bando que se oponía al rey.
Con el escape del Rey de las manos de los parlamentarios, este encuentra apoyo en Escocia y así da inicio a la Segunda Guerra Civil entre 1648 y 1649, Cromwell acabó con una insurrección en Gales y con el ejército escoses en Preston. Varios de los parlamentarios empezaron a buscar pactar con el Rey para acabar la guerra, pero Cromwell no quería esto, así que con el poder que había adquirido por sus victorias y con el mando del ejército, hecho a los opositores. Después de vencer a los promonárquicos, vuelve a capturar al rey y lo enjuicia por alta traición al estado, lo que desencadenó en la ejecución del rey y en la creación de la República Inglesa.
En esta nueva forma de gobierno triunfa la burguesía y el mercantilismo puritano, dando paso al respeto por la propiedad privada e iniciando así un incipiente capitalismo. Pero el afán por proteger a las iglesias puritanas mucho más estricta que la Iglesia anglicana, hace que se creen grupos que querían restablecer la monarquía y poner en el trono al hijo del Rey enjuiciado Carlos II dándose así la denominada tercera guerra civil. Cromwell y su determinación lo llevan a una nueva victoria, consolidando la república y convirtiéndose en lord protector de Inglaterra.
Pero el miedo a los enemigos del estado hace que la República se convierta rápidamente en una dictadura, Cromwell desintegra la cámara de los Lores, la parte del parlamento en la que está la nobleza y solo gobierna con la cámara de los comunes, implementa las actas de ley de la navegación la cual excluye a barcos de otras naciones que no sean Inglesas en el comercio, haciendo que Inglaterra fortaleciera su flota mercante y a la armada a su vez, empezando su camino al dominio de los mares. Logró una importante alianza con los eternos rivales de Inglaterra los Franceses, para unirse en contra del imperio español logrando ganar los territorios de Dunquerque y Mardick, los cuales serían vendidos a Francia.
Aunque ha sido motivo de debate la importancia de Oliver Cromwell no se puede negar la talla histórica de este personaje que le dio a Inglaterra una era de paz y prosperidad que abriría paso al futuro Imperio. Aunque lo querían coronar como rey nunca lo permitió aunque sí consiguió ceder el poder a su hijo después de su muerte en 1658, este no contaba con las cualidades de su padre y prefirió dimitir del cargo. Debido a esto se reúne el parlamento y deciden devolver el poder a la familia estuardo en cabeza de Carlos II quien toma el poder en 1660 retornando el estado a la Monarquía y finalizando la guerra civil.
Pero la paz no duró mucho, cuando Jacobo hermano del Rey y Almirante supremo de Inglaterra decide convertirse al catolicismo, el fantasma de las guerras religiosas vuelve a la isla. El parlamento intenta ponerse al paso y crea una serie de leyes que quitaban derechos cívicos a los católicos, alejándose de cargos de poder. Aunque Jacobo debe retirarse del cargo de almirante, la ley hace que se cree un descontento en la población fiel al papa y a la muerte de Carlos sin dejar descendencia clara, toma al poder el católico coronado como Jacobo II de Inglaterra y vii de Escocia.
Tras su coronación empezó una intensa persecución a los no católicos, las mayorías protestantes con el miedo de volver a los tiempos de Maria Tudor la sangrienta, llamaron al Príncipe de Orange protestante que estaba casado con la hija de Jacobo, Maria para que invadiera la isla y tomará el poder, cosa que hizo y para 1688 ya había expulsado al rey y estaba tomando la corona junto con su esposa. Maria II de Inglaterra y Guillermo III serían los nuevos y últimos soberanos del reino de Inglaterra y Escocia, los cuales en 1707 tras el acta de unión se unieron y conformaron la Gran Bretaña.
Desde las dos guerras civiles, el ascenso de Oliver Cromwell al poder, el breve y único periodo de la República de Inglaterra, el retorno a la monarquía y la transformación de Inglaterra en El reino Unido de Gran Bretaña se finaliza el ciclo de la Historia de Inglaterra.